viernes, 31 de agosto de 2007

CRÓNICA DE UN TALLER ANUNCIADO

Los alumnos de 3° 3ra, junto con su Prof. Estela Quiroga se reunieron en biblioteca con dos integrantes del Programa de Lectura del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para debatir sobre el tema: “El amor”.
En el primer encuentro, el jueves 9 de agosto, los alumnos se reunieron con Diego, uno de los integrantes del equipo, en la biblioteca de la EMEM 1 DE 14 para encontrar una definición de lo que es el amor. Tarea compleja si la hay, porque debate va , debate viene no resultaba sencillo acordar opiniones para llegar a una conclusión, todos hacían preguntas y más preguntas sin respuestas o llenas de contradicciones, cada uno de los alumnos debía contestar desde su punto de vista, guiándose por experiencias vividas, contadas o simplemente por intuición. En el debate, se expusieron diferentes pensamientos, y a partir de ahí, se construyeron ideas generales. Al finalizar el encuentro, cada uno tenía una teoría de lo que podía llegar a significar este sentimiento, y el coordinador les leyó un poema de Catulo, un autor de la Edad Antigua, dedicado a su amada Lesbia.
Partiendo de ese encuentro, los alumnos con su profesora escribieron discursos argumentativos eligiendo, cada uno, algún tema relacionado con lo discutido en la jornada del nueve de agosto.
Luego de una semana, el 17 del mismo mes, se produjo una nueva reunión. Esta vez Diego estaba acompañado de Martín, quien por problemas de salud no se había podido presentar antes.
En este nuevo encuentro, el mayor objetivo de los alumnos fue elaborar suficientes argumentos para oponerse a ciertas ideas de Martín, quien manifestó ser escéptico, en lo que al amor respecta. Según decía el amor no existe y es sólo un fantasma o un espejismo, que lleva al ser humano al egoísmo. Charlaron e intercambiaron opiniones durante las dos horas que correspondían a la clase de lengua, pero como no fue suficiente, pidieron la hora que seguía a la docente de matemática y después también la hora del profesor de historia. Los estudiantes se mostraban muy entusiasmados. Esta vez también hubo un juego de preguntas y respuestas en las cuales los alumnos intercambiaban opiniones y debatían entre ellos si no compartían algo de lo que decía algún compañero.
Durante ese tiempo, los alumnos junto con Diego y Martín crearon una hipótesis de lo que podía ser “amar”, “el amor”, “estar enamorado”, cómo se generaba, cómo se iba construyendo, asociaron el egoísmo con el amor y también se habló del altruismo, el amor desinteresado y humanitario, buscaron los pro y los contra de este sentimiento.
Para ir finalizando el encuentro acordaron hacer un juego que consistía en que los coordinadores del taller debían buscar cuatro palabras al azar en el diccionario, con las cuales los alumnos debían hacer un poema, canción, o relato, lo que cada uno quisiera elegir, para exponer su hipótesis sobre este sentimiento, que puede recibir y dar cualquier ser humano a otro, siendo algo completamente real. Las palabras sacadas del diccionario fueron: verdugo, babosa, motor y embestidor.
Antes de concluir la visita, Diego y Martín leyeron un poema llamado “El loco del amor”, en el cual se demostraba todo lo que el amor era capaz de hacer.

Johanna Pérez
Nicole Signoretti
Carolina Charnis
Lujan Silva
3ro 3ra

Quisiéramos compartir con todos los lectores de nuestro periódico virtual “El duende” algunas de las producciones de ese encuentro.

Soy tan insignificante
tal vez podría compararme
con una horrenda babosa
¡No te conviertas en mi verdugo!
No quieras apagar mis males
aunque esté viejo y funcione mal
siempre vas a ser el embestidor
de mi razón

Carolina Charnis

El amor, verdugo de la soledad Acaba con las pocas ganas de vivir.Te embiste, de un momento a otro Te hace arrastrar como una babosa
por otra persona … pero el motor de la vida es el amor

Anónimo



Foto: Doisneau

LA ORTOGRAFIA UNA RESPONSABILIDAD DE TODOS…

Cómo escribir bien, sin morir en el intento.


La ortografía actualmente es un problema serio, muchos jóvenes piensan que la computadora puede solucionar cualquier problema ortográfico y NO ES ASÍ…

Por un lado parece que ya no tiene ninguna importancia, pero en el fondo todos sabemos que llenar una solicitud de empleo con errores ortográficos puede ser lapidario..

El duende estuvo indagando sobre este problema y he aquí los resultados de sus investigaciones.
Son muchos los aspectos de la escritura que un autor controla –la información que da, la que sugiere y la que oculta por diversas razones, el orden en que la expone, lo que destaca o resalta, las palabras y el estilo más o menos formal– y la ortografía ocupa un lugar importante entre todos ellos.

La escuela debe proporcionar a los alumnos las herramientas necesarias para ejercer ese control. Con respecto de la ortografía, en la escuela los textos se corrigen; un texto no debe traicionar a su autor, la ortografía colabora para que el lector comprenda, a simple vista, si el autor ha decidido irse de casa o irse de caza.

La ortografía de los textos, pues, se corrige y se trabaja para que los chicos se apropien de los criterios y de las convenciones ortográficas, pero no es sólo la maestra quien toma decisiones, los alumnos participan activamente de la corrección de sus textos.

Para lograr buenas escrituras con buena ortografía, la escuela debe poner los criterios de decisión ortográfica en manos de los chicos y debe trabajar paulatina y sistemáticamente sobre ellos desde los primeros años. En la escuela se instalan las dudas y las certezas que, a veces sin darse cuenta, tienen casi todos los que escriben: uno se pregunta sobre la hache sólo si la palabra empieza con vocal; se pregunta sobre algunas letras y no sobre otras (la eme no es como la ce, la ese o la zeta, por ejemplo) Pero también se pregunta: ¿de dónde viene abertura?, y acude a sus certezas: Viene de abrir y con abrir no quedan dudas... Y ¿televisión?..., ¡como televisor! O relaciona con otra información que también da la escuela: ¿huyó?, de huir, fuggire en italiano, como fugitivo, ¡por vuestra fermosura!, donde hubo efe hay hache.

Paulatina y sistemáticamente la escuela proporciona las herramientas para pensar la ortografía: ¿con qué palabras “seguras” –como abrir o televisor– se relaciona esta palabra?, ¿de dónde viene?, ¿se puede recurrir a alguna regla?, ¿ayudan otras lenguas de las que tal vez se conocen las palabras de una canción?, ¿ayudan los parentescos entre las palabras –huyó, huir, fuga, fugitivo–? Los parentescos lexicales, la etimología, la ortografía comparada, no deben ser tema sólo de especialistas.

En algunos casos, el escritor –chico o adulto– no encuentra el criterio que ayuda a tomar la decisión. Pero también la escuela enseña a buscar en el diccionario, y a usar la herramienta ortográfica de la computadora. No se trata de soluciones cómodas; el diccionario exige un interlocutor pensante: ¿qué palabra buscar –el infinitivo, el masculino singular–?, y si se encuentra, por ejemplo, empezar, ¿qué es necesario saber para escribir empiecen? Y a la computadora, por su parte, no se puede “darle la razón” cuando subraya, por ejemplo, pizarrón (que no debe usarse en España) y sugiere reemplazarla por ¡pisaron! También en ortografía es necesario activar las posibilidades de preguntarse, relacionar, indagar, averiguar, discutir. Y cuando, después de mucho revisar, se llega a la versión final, al texto terminado, falta un paso: la maestra lo lee y hace la última corrección ortográfica para asegurar, por todos los medios, que la escritura no traicione a su autor.

Además le preguntamos su opinión a la Profesora Estela Quiroga quién nos respondió:
“Sin duda la ortografía es una responsabilidad INSTITUCIONAL, en la medida que se toma el problema de este modo existen muchas posibilidades de obtener buenos resultados, si todos los docentes comparten un proyecto en el que ningún estudiante pueda sacar el máximo puntaje si comete errores, si esta idea se instala en la escuela es probable que los alumnos sean más cuidadosos., claro que no es tarea sencilla porque muchas veces algunos errores se deslizan, errores de tipeo, de todos modos aún en los libros o diarios a veces se deslizan errores, lo importante es ser CONSCIENTE que la corrección es una de las propiedades básicas de un texto, que además debe ser coherente, cohesivo y adecuado.”